21 diciembre, 2010
Reseña de "Celda 211": un "motín" de la peli estereotípica de la cárcel
Esta película trata de un día fatídico en una cárcel de Zamora, España. Un día antes de su primer día de trabajo, el entusiasta carcelero Juan Oliver llega a la cárcel para aprender más sobre su nuevo trabajo. Todo parece un día normal, pero en unos momentos la vida de Juan cambia para siempre cuando empieza un motín de los prisioneros más violentos – con Juan todavía dentro. Ahora, el carcelero necesita jugar el papel de prisionero si quiere sobrevivir. Pero su farsa se vuelva algo real cuando se hace amigo de Malamadre, el prisionero más peligroso y poderoso de toda la cárcel, y lucha con los prisioneros por sus derechos en esta película completamente original llena de drama, suspense y unos giros del argumento inesperados e imprevisibles.
La película era una producción de Canal+ España del año 2009. Fue escrita y dirigida por Daniel Monzón (El corazón del guerrero, La caja Kovak, El robo más grande jamás contado) y estaba basada en la novela de Francisco Pérez Gandul. Celda 211 ganó 23 premios (incluso ocho Goyas) y, además, fue nominada para 16 más.
Creo que el aspecto más profundo de esta película, aparte de los personajes fascinantes de Malamadre (Luis Tosar) y Juan Oliver (Alberto Ammann), es su argumento cautivador y muy original. Celda 211 no es tu película típica del género de la cárcel. Aunque siempre estás esperando por un prisionero revelará la identidad verdadera de Juan – como siempre ocurre en situaciones así en el cine – nunca pasa. Aunque en un momento Malamadre sí la descubre, pero en vez de matar al topo, el recluso habitual se centra en la confianza que tiene en Juan y también en el valor del carcelero para “terminar lo que [ha dicho que haría]”.
Además, la película no solamente se centra en lo que ocurre dentro de la cárcel sino que también nos presenta el drama de los oficiales y, más importante, la mujer embarazada de Juan, Elena. Quizás el momento más espeluznante sea cuando Elena (Marta Etura) es golpeada fatalmente por el jefe del servicio José Utrilla (Antonio Resines). Esto también añade un aspecto nuevo al argumento. Podemos ver como espectadores el drama puro del amor y del temor. Juan, los prisioneros amotinados – y nosotros – miramos mientras la historia se complica: Elena y su bebe nonato mueren en el hospital, y Juan pierde la esperanza de escapar de la cárcel.
Al final, el valor de Juan triunfa y él lucha junto con Malamadre hasta que es asesinado por otros prisioneros amotinados. Sí: mientras Juan y Malamadre luchan por sus derechos, otros prisioneros tienen sus propios planes para rebelarse.
Para mí, Celda 211 es una película de acción, suspense y drama seguidos. Desde los primeros minutos inocentes hasta el final explosivo, estaba completamente absorto en lo que estaba ocurriendo en cada momento. De verdad, Daniel Monzón ha escrito una obra ingeniosa que critica el tratamiento de los prisioneros. Los muestra como monstruos y paradójicamente como gente normal con necesidades y emociones – y también con valor. La película va a dejar al espectador preguntándose lo que sabe realmente de lo bueno y lo mal, porque Celda 211 cambia los papeles normales de bueno y malo, carcelero y prisionero. Es este cambio de lo normal, esta ruptura de lo estereotípico sinceramente hace de Celda 211 una película especial y única.
Posted by Dani a las 1:43 a. m. // // //
