26 febrero, 2008
El elemento grotesco
En Azuloscurocasinegro enfrentamos las historias de dos hermanos con un pasado triste, una prisionera desesperada, y un amigo gracioso que nos transporta a un mundo cruel y difícil, pero también a uno que no podemos dejar de ver, aun si queríamos. La película moderna de Daniel Sánchez Álvaro trata de un adolescente limitado por su destino inevitable. Tiene que trabajar por su padre en su posición anterior del portero cuando le cae enfermo. De día le cuida como si fuera un niño y de noche hace los deberes de su vocación repugnante. Su hermano rebelde está en la cárcel donde encuentra con una mujer joven que hará cualquier cosa para escarparse de los horrores de la prisión. Su amigo, aunque sirve como el relieve cómico del argumento conflictivo, también tiene sus propios problemas personales que consisten en la investigación de un comportamiento homosexual de parte de su padre. A parte de las imágenes chocantes y argumento bastante oscuro, la película es encantadora, si sea por su elemento grotesco o no.
Las escenas ejemplares del componente grotesco de Azuloscurocasinegro contienen imágenes sorprendentes del sexo que manipulan una mezcla rara de lo cómico con lo triste. En una, el hermano mayor del protagonista, que estaba encarcelado, va a escondidos con la prisionera, Marta Etura, a los bastidores durante un taller de teatro para fornicar. A pesar de que esta situación sea cómica, ella ruega al hermano que le deje embarazada con una mirada que demuestra la depresión y la tristeza absoluta. Este tipo de escenas que son chocantes y divertidas a la vez, forma la base de la película haciéndolo difícil para algunos miembros del público.
Posted by Caitlin Wolter a las 12:12 p. m. // // //
Etiquetas: azuloscurocasinegro, crítica