19 octubre, 2006
El Momento Más Triste
La película Volver de Pedro Almodóvar está llena de tristeza. La situación familiar de los personajes principales es la más culpable. Raimunda, una madre joven, está casada con un hombre perezoso e indiferente que parece más accesorio que marido y padre para su hija (quien descubriremos no es biológica), Paula. Esta hija pierde su inocencia a las manos de su padre cruel. Los padres de Raimunda y su hermana, Sole, tenían problemas matrimoniales y económicos. Una de las muchas cicatrices de Raimunda vino en su juventud cuando su padre la violó. Por eso, Raimunda dejó a su familia a una edad joven. Después de su salida, la madre de Raimunda y Sole, murió supuestamente en uno de los frecuentes incendios de La Mancha, España. La vieja y senil tía abuela no es una buena influencia maternal. Cuando Raimunda y Sole la visitan, su tía abuela parece no reconocerlas o quererlas a ellas. Además de la familia cercana, la vecina patética, Agustina, es nada más que tristeza personificada con el pelo cortado y la cara demacrada de enfermedad.
Con una lista de personajes tan inestables, anticipamos una serie de eventos desafortunados. Los problemas empiezan con la horrorosa violación de Paula de parte de su padre y lo siguiente el asesinato del padre por la hija. Parece que un incidente de esta gravedad tendría que ser el momento más triste de la película. Pero, la manera en que Almodóvar presenta esta situación (no nos la muestra visualmente) no produce tristeza en el público, sino shock y asco del comportamiento animal del hombre. Raimunda asume la culpa por parte de su pobre hija y empieza una tapadera cómica-oscura.
Esta película es antes de nada una película de relaciones familiares entre mujeres. Por eso, no es de extrañar que el momento más triste sea uno entre madre e hija. He mencionado que todos pensaban que la madre de Raimunda y Sole había muerto, pero con un giro fantástico y sorprendente en el argumento, Irene le aparece a Sole como un “fantasma” autoproclamado. Sole, una mujer supersticiosa como las mujeres de su pueblo quienes pertenecen a una época tradicional-atrasada, cree esta explicación de su madre. Como buena hija, le permite a su madre vivir escondida con ella. No dice nada a su hermana Raimunda quien había tenido problemas graves con su madre en su juventud a fin de que rompieron todo el contacto. Pero, se hace difícil ocultar el secreto cuando Sole tiene su peluquería propia en su piso y su madre está disfrazada como su asistente rusa. Por último, no pueden evitar que Raimunda vea a su madre fantasma.
La reunión entre Raimunda y su madre es el momento más triste de la película. Cuando Irene revela su escondrijo debajo de la cama le impresiona a Raimunda. La madre echaba de menos a su hija durante todos los años sin contacto y entonces ella quiere implorar perdón. Pero Raimunda no puede olvidar su relación pasada con su madre y el daño que recibió de manos de su padre. La situación es demasiado difícil para ella y entonces toma a su hija y deja a su madre otra vez en lágrimas. Es lo más triste simplemente porque es lo más real. En este momento, todo la comedia y la superstición paran y se hace crudo y áspero. No hay un juego, sino la vida real.
Posted by Katherine Guarino a las 4:42 p. m. // // //
Etiquetas: "Volver", Volver: Parentesco, Volver: Raimunda, Volver: Triste
Los momentos que has elegido me parecen ciertamente desoladores, aunque yo añadiría a mi propia lista la escena de Agustina en el programa de televisión, cuando se da cuenta de que está siendo utilizada como "carnaza" para la audiencia y que allí no va a encontrar respuestas ni soluciones.